Sabias...
*Un estornudo::
La irritación estimula la sensibilidad de la nariz y ello provoca una fuerte y muy rápida inhalación de aire aproximadamente dos litros y medio que pasa a los pulmones. En ese momento es cuando los músculos abdominales hacen subir repentinamente al diafragma para aumentar la presión en los pulmones. Mientras tanto, los músculos de la faringe se abren y se cierran también. El aire sale entonces disparado por la nariz a una velocidad promedio de entre 50 y 70 km/h (según se comprobó en el episodio n.º 147 del programa televisivo Mythbusters). La saliva que acompaña al aire puede cubrir un área de unos 7 m2.
Para una persona es muy difícil mantener los ojos abiertos mientras estornuda. El reflejo de cerrar los ojos tiene un objetivo: cuando el aire va desde los pulmones hasta la nariz puede aumentar la presión ocular y desplazar un poco los ojos haciéndoles daño. También es posible que los gérmenes contenidos en la saliva que sale disparada por la boca toquen el globo ocular y produzcan una infección.
Es casi imposible estornudar sin mover la cabeza hacia delante (solo sería posible si el estornudo fuera muy suave). Este movimiento ayudaría a expulsar las sustancias irritantes del aparato respiratorio.
*El nombre más común del mundo es Mohammed.
El nombre más común en el mundo es Mohamed. El nombre del profeta del Islam es el que más abunda en el mundo con un número aproximado de 150 millones de personas que lo porta.
Muhammad en Pakistán, la India y Bangladés, Mehmet en Turquía, Meho en Bosnia, Mamadou en el África subsahariana, Mohammad en Irán y Afganistán… todas ellas derivadas del nombre del profeta.
Ser el nombre más común del mundo no sólo se debe al gran poder demográfico de estos países, sino también a la gran cantidad de emigrantes musulmanes que se han dispersado por el mundo. Por ejemplo, Mohamed es el nombre más popular de recién nacidos en algunos departamentos franceses, así como el sexto en el total del Reino Unido.
*La ciudad de Estambul es la única en el mundo cuyo territorio se encuentra en dos continentes distintos a la vez: Europa y Asia.
La irritación estimula la sensibilidad de la nariz y ello provoca una fuerte y muy rápida inhalación de aire aproximadamente dos litros y medio que pasa a los pulmones. En ese momento es cuando los músculos abdominales hacen subir repentinamente al diafragma para aumentar la presión en los pulmones. Mientras tanto, los músculos de la faringe se abren y se cierran también. El aire sale entonces disparado por la nariz a una velocidad promedio de entre 50 y 70 km/h (según se comprobó en el episodio n.º 147 del programa televisivo Mythbusters). La saliva que acompaña al aire puede cubrir un área de unos 7 m2.
Para una persona es muy difícil mantener los ojos abiertos mientras estornuda. El reflejo de cerrar los ojos tiene un objetivo: cuando el aire va desde los pulmones hasta la nariz puede aumentar la presión ocular y desplazar un poco los ojos haciéndoles daño. También es posible que los gérmenes contenidos en la saliva que sale disparada por la boca toquen el globo ocular y produzcan una infección.
Es casi imposible estornudar sin mover la cabeza hacia delante (solo sería posible si el estornudo fuera muy suave). Este movimiento ayudaría a expulsar las sustancias irritantes del aparato respiratorio.
*El nombre más común del mundo es Mohammed.
El nombre más común en el mundo es Mohamed. El nombre del profeta del Islam es el que más abunda en el mundo con un número aproximado de 150 millones de personas que lo porta.
Muhammad en Pakistán, la India y Bangladés, Mehmet en Turquía, Meho en Bosnia, Mamadou en el África subsahariana, Mohammad en Irán y Afganistán… todas ellas derivadas del nombre del profeta.
Ser el nombre más común del mundo no sólo se debe al gran poder demográfico de estos países, sino también a la gran cantidad de emigrantes musulmanes que se han dispersado por el mundo. Por ejemplo, Mohamed es el nombre más popular de recién nacidos en algunos departamentos franceses, así como el sexto en el total del Reino Unido.
*La ciudad de Estambul es la única en el mundo cuyo territorio se encuentra en dos continentes distintos a la vez: Europa y Asia.
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